
Ambientes de aprendizaje en casa: juego y literatura
En la cotidianidad se habla de ambiente, bien sea para denominar un entorno físico, el clima o una situación en las familias o grupos sociales, para el caso de la educación, el ambiente hace referencia a la organización del espacio, disposición y distribución de los recursos didácticos, el manejo del tiempo y las interacciones que se permiten y se dan en el aula. Se trata de disponer lugares o sitios donde niños y niñas puedan reír, amar, jugar y crecer.
Ahora bien, un ambiente de aprendizaje para la infancia trae consigo el despertar, el revalorar, visibilizar y fomentar el juego, la creatividad, la lúdica, la literatura, la fantasía, la exploración del medio y el arte, actividades propias de la infancia pues a través de ellas interpretan y construyen, a su modo, el mundo.
Desde la más temprana edad niños y niñas tienen la capacidad para participar de las dinámicas propias de su edad si el ambiente les da la oportunidad. Están ahí las bases de su formación social y política como sujetos de derecho.
Los ambientes en los que transcurre la vida de niños y niñas, deben ser espacios para la libertad.
Y ¿cómo hacer para garantizar que, en los hogares, las familias adecuen o transformen sus espacios físicos para ofrecer ambientes de aprendizaje para la niñez en tiempos de cuarentena?
A continuación, se dan algunas sugerencias tomando como base las actividades propias de la infancia: Juego y Literatura.
Juego:
El juego es un derecho de la infancia y es parte de la cultura de una sociedad, a través de él se siembran las bases de su desarrollo y formación, las relaciones con los demás seres, el conocimiento del entorno y las distintas formas de resolver diferencias y conflictos.
Los juegos tradicionales de la cultura y que implican movimiento contribuyen entre otros aspectos a la orientación y estructuración de un espacio físico externo y al desarrollo de destrezas de movilidad y coordinación.
Para transformar un espacio de la casa en un ambiente para el juego, es importante acomodar los lugares amplios como el patio, la terraza, los pasillos o corredores, de tal manera que se facilite el desplazamiento. Los juegos tradicionales de la cultura y que implican movimiento contribuyen entre otros aspectos a la orientación y estructuración de un espacio físico externo y al desarrollo de destrezas de movilidad y coordinación. En este sentido se sugieren algunos juegos:
- Dibujen una golosa en el piso y jueguen. Pueden inventar su propio juego y/o inviten a familiares para que cuenten cómo la jugaban ellos.
- El juego con el lazo es muy divertido pues pueden participar varias personas y le pueden dar también variedad. Siempre teniendo mucho cuidado para no lastimar al niño o a la niña.
- Las rondas son fabulosas, hay en ellas muchos aprendizajes de su propio entorno; abuelas y abuelos pueden dar a conocer las rondas que hacían en su infancia.
- Carreras de encostalados, el material es muy fácil de conseguir y es muy divertido.
- Caminar hacia adelante, atrás, de lado, en puntas, etc. Pueden trazar líneas o demarcar con cintas los lugares por donde se pasará
- Búsqueda del tesoro, consiste en esconder algún elemento u objeto para que sea encontrado, por ejemplo, un cuento, una frase amorosa, un detalle, etc. Para llegar a él, hay que seguir pistas. Niños y niñas se irán desplazando a medida que las encuentren y lleguen al tesoro.
- Las canicas son otro elemento que no puede faltar en el hogar, incentive este juego y disfrute.
Existen una serie de juegos de la cultura que sería pertinente que las familias compartieran con niños y niñas, pues por un lado se sacan del olvido y por otra se pasan ratos alegres y divertidos en familia brindando posibilidades de encuentro y diálogo de saberes en el que las personas mayores dan a conocer sus juegos de la niñez y aprenden de los más jóvenes.
Además, en esta época de tanta tecnología y virtualidad es pertinente darle lugar al cuerpo como elemento de expresión y es a través del juego que se pone en movimiento.
Literatura:
El maravilloso mundo de la literatura cuenta con amplias potencialidades para descubrir y “apropiarse” del lenguaje oral y escrito. También es una oportunidad de ampliar el conocimiento, la sabiduría y el fomento de la narración. A través de la literatura se inicia el proceso para alcanzar el lenguaje escrito, pues la magia de leer invita a la realización de las propias producciones. El viaje por la literatura transita por caminos de disfrute, magia, alegrías, tristezas, esperanzas, sueños y utopías.
Es de vital importancia ambientar un sitio para la lectura, que sea un lugar mágico, cómodo, agradable, dispuesto de manera acogedora y al alcance de niños y niñas.
“Abra cadabra…” Y ¿dónde se encuentra ese lugar en casa? la misma habitación del niño o la niña se puede adecuar para ello, también en la sala, al lado de la biblioteca de los adultos o sencillamente en el espacio donde haya buena iluminación y tranquilidad.
La utilización del espacio requiere algunos acuerdos como disponer de tiempo para leer, narrar y disfrutar la literatura, tener hábitos de higiene como el lavado de manos para cuidar los libros, pero sobre todo se necesita de mucha imaginación y curiosidad.
He aquí algunas sugerencias:
- Un baúl de tesoro, puede ser una caja de cartón, bonita y decorada en compañía del niño o la niña.
- Un stand de libros que sea accesible a niños y niñas.
- Un tendedero de libros, colocando una cuerda y con ganchos se cuelgan los libros
Se colocan libros de la cultura escrita como cuentos, poesías, rimas, coplas, canciones, trabalenguas, historietas e imágenes que sean del interés de niños y niñas. Todo de una manera llamativa y estética.
- Un teatrino para representar variedad de obras. Improvisar su elaboración con una tela.
En cuanto a los tiempos de lectura y el cómo utilizar estos espacios del ambiente literario, es necesario tener en cuenta:
- El ambiente es de libre acceso, es decir que los niños y las niñas pueden ir cuando lo deseen y allí pueden hojear, mirar, “leer” y sencillamente disfrutar del contenido de lo que observa. Él o ella hacen sus propias lecturas.
- El acompañamiento de la persona adulta es importante para que lea en voz alta, con adecuada entonación, entusiasmo, de una manera agradable, respetuosa, cariñosa y que atienda las preguntas que le hagan y sugiera más cuestionamientos.
- Se puede organizar una hora o momentos claves para la literatura en lo posible sin interferencias laborales ni cotidianas.
- Invitar a los abuelos y abuelas para que les narren historias, cuentos y/o leyendas.
- Hay muchas canciones del repertorio folclórico que son importantes que la infancia conozca. Cantar el repertorio que se conoce es importante, pero también se puede realizar nuevas búsquedas y también se puede inventar y crear el propio cancionero.
- Recurrir a la literatura de la comunidad y de la región es un camino, pues siempre hay historias para contar y soñar
- Afiliarse a las bibliotecas del barrio, de la localidad o del municipio y solicitar préstamos de libros de interés para la infancia y la familia es una excelente opción.
Tanto la literatura como el juego son actividades vitales en la infancia y contribuyen a su desarrollo integral.